Deja de luchar contra el caos: Cómo la dicotomía estoica del control puede aliviar la ansiedad moderna
Applying the Stoic Dichotomy of Control to manage modern anxiety.

Deja de luchar contra el caos: Cómo la dicotomía estoica del control puede aliviar la ansiedad moderna

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Deja de luchar contra el caos: Cómo la dicotomía del control estoica puede aliviar la ansiedad moderna

Son las 3:00 AM.

Estás mirando el techo.

Tu cuerpo está exhausto, pero tu mente está corriendo un maratón.

Repites un comentario un poco incómodo que hiciste en una reunión hace dos días.

Te preocupa la caída del mercado de valores.

Te estresas pensando si tu vuelo de la próxima semana se retrasará.

¿Te suena familiar?

Si es así, no estás solo.

Vivimos en una era de hiperconectividad y sobrecarga de información.

Somos bombardeados constantemente con noticias, opiniones y crisis de cada rincón del mundo.

Nuestros cerebros nos engañan haciéndonos creer que necesitamos gestionarlo todo.

Sentimos la responsabilidad de controlar el caos.

Pero aquí está la dura verdad: tratar de controlar cosas que no puedes controlar es la raíz de casi toda la ansiedad moderna.

Es una trampa.

Pero hay una salida.

No es una pastilla nueva ni una aplicación de meditación complicada.

Es un antiguo marco mental llamado la Dicotomía del Control Estoica.

Hablemos de cómo esta idea de 2.000 años de antigüedad puede ayudarte a dormir finalmente.

La ilusión del control

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Todos somos fanáticos del control en cierto grado.

Es evolutivo.

Nuestros antepasados sobrevivieron prediciendo amenazas y controlando su entorno.

Pero en el mundo moderno, este instinto falla.

Nos enojamos cuando llueve en nuestras vacaciones.

Nos frustramos cuando el tráfico está atascado.

Nos sentimos destrozados cuando una publicación en redes sociales no recibe suficientes "me gusta".

El drenaje de energía

Piensa en cuánta energía emocional gastas en estas cosas.

Le gritas a los otros conductores en tu auto. ¿Se mueve más rápido el tráfico?

No.

Te preocupas durante días por lo que tu jefe piensa de ti. ¿Cambia eso su opinión?

No.

Luchar contra la realidad es agotador.

Es como gritarle a una roca por ser dura.

A la roca no le importa. La roca no cambia.

Todo lo que sucede es que pierdes la voz.

Aquí es donde los estoicos intervienen para salvarnos de nosotros mismos.

¿Qué es la Dicotomía del Control?

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El concepto proviene principalmente de Epicteto.

Fue un filósofo estoico griego que comenzó su vida como esclavo.

Si alguien entendía la falta de libertad, era él.

Sin embargo, encontró una manera de ser mentalmente invencible.

Su enseñanza central era simple pero radical.

Dijo: "Algunas cosas están bajo nuestro control y otras no".

Eso es todo.

Esa es la Dicotomía del Control.

Todo en la vida cae en una de dos cestas.

Cesta 1: Cosas que dependen de nosotros

Esta cesta es en realidad bastante pequeña.

Según los estoicos, controlamos:

  • Nuestras opiniones.
  • Nuestros juicios.
  • Nuestras intenciones.
  • Nuestros deseos.
  • Nuestras acciones.

Básicamente, controlamos nuestras propias mentes y nuestras propias elecciones.

Cesta 2: Cosas que no dependen de nosotros

Esta cesta es masiva.

Incluye:

  • Nuestro cuerpo (podemos influir en él, pero no podemos detener el envejecimiento o la enfermedad por completo).
  • Propiedades.
  • Reputación.
  • El clima.
  • La economía.
  • Las acciones de otras personas.
  • El pasado.

La fuente de nuestro sufrimiento es simple.

Intentamos poner cosas de la Cesta 2 en la Cesta 1.

Atamos nuestra felicidad a cosas que no podemos dictar.

Cuando hacemos eso, estamos apostando con nuestra paz mental.

Y la casa siempre gana.

Aplicando la dicotomía a los estresores modernos

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Vale, esto suena genial en teoría.

Pero, ¿cómo funciona cuando tienes una hipoteca y una fecha límite?

Veamos tres escenarios comunes donde podemos aplicar este marco hoy.

Escenario A: El jefe difícil

Tienes un jefe que es crítico y malhumorado.

Cada vez que envía un correo electrónico, se te encoge el estómago.

La vieja manera: Te pasas el fin de semana desahogándote con tu cónyuge sobre lo injusto que es tu jefe.

Te preocupas por ser despedido. Te obsesionas con cambiar su personalidad.

La manera estoica: Te das cuenta de que no puedes controlar el estado de ánimo de tu jefe. Eso es Cesta 2.

No puedes controlar si le agradas.

¿Qué hay en la Cesta 1?

Tu ética de trabajo.

Tu respuesta a sus correos electrónicos.

Tu decisión de buscar un nuevo trabajo si el ambiente es tóxico.

Te enfocas completamente en tu rendimiento y tu reacción.

Dejas ir el resto.

Escenario B: Pesadillas de viaje

Estás en el aeropuerto. Tu vuelo se cancela.

La vieja manera: Le gritas al agente de la puerta de embarque. Tuiteas con enojo a la aerolínea.

Tu presión arterial se dispara. Arruinas tu propio día.

La manera estoica: Reconoces que el vuelo está cancelado. Esa es la realidad.

No puedes pilotar el avión tú mismo.

¿Qué puedes controlar?

Puedes controlar cómo pasas el tiempo de espera.

Puedes leer un libro. Puedes ponerte al día con el trabajo.

Puedes tratar al agente de la puerta con amabilidad (lo cual es una elección).

La situación es la misma, pero tu experiencia de ella es completamente diferente.

Escenario C: Aprobación social

Publicas un proyecto en el que trabajaste duro. Nadie lo nota. O peor aún, alguien lo critica.

La vieja manera: Te sientes inútil. Borras la publicación.

Decides que eres un impostor.

La manera estoica: Te recuerdas a ti mismo que las opiniones de otras personas no dependen de ti.

No puedes controlar el algoritmo.

controlaste el esfuerzo que pusiste en el proyecto.

Si hiciste tu mejor esfuerzo, ahí es donde reside la satisfacción.

La validación de los demás es una bonificación, no un requisito.

El matiz: Interiorizar los objetivos

Hay una crítica común a esta filosofía.

La gente pregunta: "Si acepto todo, ¿no me volveré pasivo?"

"¿No me convertiré simplemente en un felpudo?"

Absolutamente no.

Los estoicos eran históricamente personas muy activas.

Eran senadores, generales y emperadores.

El truco es cambiar tus objetivos de Resultados Externos a Proceso Interno.

Esto a veces se llama la metáfora del "Arquero".

El Arquero

Imagina que eres un arquero.

Quieres dar en el blanco.

Puedes controlar:

  • Tu entrenamiento.
  • La calidad de tu arco.
  • Tu postura.
  • El momento en que sueltas la cuerda.

Una vez que la flecha deja el arco, ya no depende de ti.

Una ráfaga de viento podría soplar. El objetivo podría moverse.

Si tu objetivo es "Debo dar en el blanco", estás ansioso.

Si tu objetivo es "Debo disparar la mejor flecha posible", estás tranquilo.

Tienes confianza porque hiciste tu parte.

En términos modernos:

No te fijes la meta de "Conseguir el ascenso". (Externo).

Fíjate la meta de "Ser el candidato más preparado para la entrevista". (Interno).

¿Sientes la diferencia?

Uno carga con el peso del mundo.

El otro carga solo con el peso de tu propio esfuerzo.

Pasos prácticos para practicar esto hoy

No puedes simplemente leer sobre esto y curarte de la ansiedad.

Es un músculo. Tienes que entrenarlo.

Aquí hay tres ejercicios simples que recomendamos en My Core Pick para comenzar.

1. La delineación matutina

Antes de comenzar tu día, tómate dos minutos con un diario.

Haz una lista de las cosas que te preocupan hoy.

Dibuja una línea en el medio de la página.

A la izquierda, escribe lo que puedes controlar con respecto a esas preocupaciones.

A la derecha, escribe lo que no puedes.

Mira el lado derecho.

Táchalo visualmente.

Dite a ti mismo: "No gastaré una sola caloría de energía en esta columna".

2. La técnica de "Alto"

Atrápate en el acto.

Cuando sientas esa opresión en el pecho o ese destello de ira, di "Alto" en voz alta (o en tu cabeza).

Haz la pregunta: "¿Depende esto de mí?"

Si estás atascado en el tráfico, la respuesta es no.

Respira hondo. Pon un podcast. Suelta el volante (metafóricamente, por favor sigue conduciendo con seguridad).

3. Revisa tus victorias

Al final del día, revisa tus acciones.

¿Tuviste éxito en lo que pretendías hacer?

¿Mantuviste la calma cuando las cosas salieron mal?

Celebra las victorias internas.

¿Perdiste al cliente pero manejaste la presentación perfectamente?

Eso es una victoria.

Reconfigura tu cerebro para valorar tu carácter sobre tus circunstancias.

Reflexiones finales: La paz es una elección

El mundo es caótico.

Eso nunca va a cambiar.

Siempre habrá malestar político.

Siempre habrá gente grosera.

La tecnología siempre fallará en el peor momento posible.

Puedes seguir luchando contra este caos.

Puedes seguir dejando que tu felicidad dependa de un millón de factores fuera de tu piel.

O bien, puedes dibujar un círculo a tu alrededor.

Puedes decidir que lo que sucede dentro de ese círculo es tu reino.

Y lo que sucede fuera de él es solo... el clima.

La Dicotomía del Control no hace que los problemas desaparezcan.

Simplemente los vuelve impotentes para lastimarte.

Así que, la próxima vez que la ansiedad empiece a aparecer, recuerda al arquero.

Coloca tu flecha.

Apunta bien.

Déjala volar.

¿Y lo que pase después?

Déjalo ser.

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